Cuando el sol se oculta, y la luna empieza a brillar, Las sombras se alargan, y el mundo empieza a soñar. Las estrellas en el cielo, como joyas en la oscuridad, La noche trae su magia, y me envuelve en su paz.
Oh, la noche, con su manto de serenidad, Susurra secretos, en la brisa de la ciudad. Pero cuando el amanecer, con su luz empieza a asomar, La noche se despide, y el día vuelve a empezar.
Las calles están calladas, solo el viento se oye hablar, Los sueños se entrelazan, en un baile sin final. El blues de la medianoche, en mi guitarra suena ya, Cada nota es un suspiro, en la calma celestial.
Oh, la noche, con su manto de serenidad, Susurra secretos, en la brisa de la ciudad. Pero cuando el amanecer, con su luz empieza a asomar, La noche se despide, y el día vuelve a empezar.
Las luces del alba, pintan el cielo de coral, La magia se disuelve, en un suspiro matinal. Pero en mi corazón, la noche siempre vivirá, Con su hechizo eterno, que nunca se irá.
Oh, la noche, con su ma
Oh, la noche, con su manto de serenidad, Susurra secretos, en la brisa de la ciudad. Pero cuando el amanecer, con su luz empieza a asomar, La noche se despide, y el día vuelve a empezar.
Las luces del alba, pintan el cielo de coral, La magia se disuelve, en un suspiro matinal. Pero en mi corazón, la noche siempre vivirá, Con su hechizo eterno, que nunca se irá.
Oh, la noche, con su manto de serenidad, Susurra secretos, en la brisa de la ciudad. Pero cuando el amanecer, con su luz empieza a asomar, La noche se despide, y el día vuelve a empezar.
Y aunque el sol regrese, con su brillo y claridad, La noche en mi alma, siempre tendrá su lugar. Porque en cada estrella, y en cada sombra al pasar, Vive el eco de la noche, que nunca dejará de cantar.